La obra más robada de la historia del arte: el Políptico de Gante

Catedral de San Bavón, Gante (Bélgica).

Hubert y Jan Van Eyck. Políptico de la Adoración del Cordero Místico (1432). 134,3 x 257,5 cm.

Van Eyck, Políptico de la Adoración del Cordero Místico (1432)

Hubert y Jan Van Eyck. Políptico de la Adoración del Cordero Místico (1432)

El Políptico de la Adoración del Cordero Místico, también conocido como Políptico de Gante o Altar de Gante, es un retablo formado por 12 tablas pintadas al óleo por ambos lados, obra de los hemanos Hubert y Jan Van Eyck, para el altar mayor de la Catedral de San Bavón de la ciudad de Gante. Fue encargada a Hubert por el burgomaestre de la ciudad, Jodocus Vijd, guardián de la Iglesia de San Juan, y su esposa Elisabeth Borluut. Cuando Hubert murió en 1426 finalizó la obra su hermano, Jan Van Eyck.

El altar de Gante es una de las obras maestras de la pintura flamenca y significa un gran cambio en  la historia de la pintura: supuso el paso de las formas medievales al moderno Renacimiento nórdico. El panel central del retablo abierto muestra la representacion de la Eucaristía, el símbolo de Cristo. Se trata de la representación iconográfica de la cita bíblica de la Adoración del Cordero [Apocalipsis 7, 9-10]: bajo el Espíritu Santo en forma de paloma, la sangre mana del pecho del Cordero al Cáliz, para simbolizar el sacrificio de la muerte de Cristo.

Celebración de la Eucaristía. Panel central inferior del Políptico de Gante.

Celebración de la Eucaristía. Panel central inferior del Políptico de Gante (paneles abiertos)

Veamos a continuación los principales acontecimientos que han marcado la historia del retablo:

Van Eyck. Los Jueces Justos. Panel del Políptico de Gante

Hubert Van Eyck. Los Jueces Justos. Robado en 1934.

  • 1566: el políptico fue desmontado del altar de la catedral de Gante para poder ponerlo a salvo de los ataques iconoclastas calvinistas. Durante unos años se mantuvo oculto en el Ayuntamiento de la ciudad.
  • 1800: el retablo cayó en manos de las tropas napoleónicas como trofeo de guerra, y los paneles laterales se fragmentaron y vendieron. Por su parte, los paneles centrales del altar tuvieron como destino el Museo del Louvre. Más tarde, una vez vencido Napoleón, los paneles volvieron a la Catedral de Gante.
  • 1816: el vicario de San Bavón vendió algunos de los paneles laterales del político a un marchante llamado Nieuwenhuys. A su vez, él vendió los paneles a Edward Solly, coleccionista inglés que los trasladó a Berlín.
  • 1821: Federico Guillermo III, rey de Prusia, compró la colección de Solly. Los paneles del retablo de Gante se expusieron en el  Museo Kaiser Friedrich de Berlín. Más tarde, después de la I Guerra Mundial, la iglesia de Gante recuperó los paneles laterales, gracias al Tratado de Versalles (1919) que obligaba a Alemania a devolver esta y otras obras como reparación de guerra a sus legítimos propietarios.
  • 1934: uno de sus paneles inferiores, el que representa a Los Jueces Justos (145 x 51 cm.), fue robado la noche del 10 de abril de 1934 de la Catedral de San Bavón. El sacristán y el custodio de la colección de arte avisaron a Scotland Yard, que alertó a los principales servicios policiales europeos. El ladrón era un desconocido, que devolvió el reverso, una figura de San Juan Bautista, pero pidió por carta al obispo de Gante, Monsignor Coppieters, un rescate de un millón de francos belgas por el panel. Después de 13 cartas, sin embargo, no aceptaron la oferta. Se cree que el ladrón fue Arsène Goedertier, que meses más tarde confesó antes de morir que él sabía donde estaba Los Jueces Justos, pero no lo desveló. Lo único realmente cierto es que todavía no se ha recuperado la tabla original. En 1945 se sustituyó por una copia realizada por Jef Vanderveken, conservador del Museo de Bellas Artes de Bruselas.

El saqueo de Hitler y el Retablo de Gante

Durante la II Guerra Mundial, el Altar de Gante se enfrentó al expolio nazi, la prueba más importante de su larga historia. El simbolismo de la obra atrajo poderosamente a Hitler, que anhelaba tener en su poder el políptico, ya que estaba convencido que en él se escondía un mapa para encontrar los conocidos como Arma Christi, los instrumentos que fueron utilizados en la pasión de Cristo, y que él creía eran fuente de poderes ocultos y sobrenaturales. De hecho, en el panel central del retablo podemos observar que los ángeles que rodean el trono del Cordero los llevan en sus manos: la lanza, la cruz, la corona de espinas…

En 1940, el llamado Informe Kümmel (que toma el nombre de su redactor, el director general de los museos nacionales de Berlín), establece un inventario de las obras que los nazis consideraban alemanas por derecho, pero que les habían sido arrebatadas desde 1500. Este registro, encargado por Hitler, reúne todas las obras de artistas con ascendencia alemana y austríaca, aquellas obras encargadas o terminadas en Alemania y las de estilo germánico.

Detalle del Políptico de Gante (paneles cerrados). Paneles centrales: San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Paneles laterales: los donantes Jodocus Vijd y su esposa.

Detalle del Políptico de Gante (paneles cerrados). Paneles centrales: San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Paneles laterales: los donantes Jodocus Vijd y su esposa.

Alfred Rosenberg creó a mediados de los años 30 la Brigada del Reichsleiter Rosenberg (ERR), encargada de la política nazi de saqueo de arte. Como responsable del Servicio de Asuntos Extranjeros del partido, expolió las obras de las colecciones de los judíos alemanes y, más tarde, de todos los territorios ocupados. Según un informe de 1944 elaborado por el personal de Rosenberg, las piezas requisadas en Francia por la ERR eran 21.903: 10.890 cuadros, 583 esculturas, 2.477 muebles, 583 tapices y tejidos, 5.825 objetos de arte variados de pequeño tamaño (porcelanas, cristalerías, monedas, joyería, etc.) y 1.545 piezas de la antigüedad clásica u oriental. A la altura de agosto de 1945, la ‘Comisión francesa para la recuperación de obras de arte’ estimó en 110 billones de francos el valor de las obras expoliadas por los nazis (1).

Pero cuando las tropas aliadas entraron en Berlín y acabó la guerra, los Monuments Men comenzaron la búsqueda de los grandes tesoros artísticos robados, en la que tuvieron un papel destacado el capitán y arquitecto Robert K. Posey y Lincoln Kirstein. Por casualidad, en un pueblo alemán, un dentista al que acudieron por una urgencia, les puso sobre la pista de su yerno, que resultó ser Hermann Bunjes, experto en escultura francesa, asesor de Alfred Rosenberg y jefe de la brigada ERR. Él mismo confesó la ubicación de los almacenes en los que se guardaban las piezas robadas: el depósito de arte más destacado era el de la mina de sal abandonada de Altaussee (en los Alpes austríacos, cerca de Salzburgo) que contaba con obras maestras de Miguel Ángel, Rafael, Leonardo, Rembrandt, Veronés o Vermeer (por ejemplo, El estudio del artista, también conocido como El Arte de la Pintura), entre otros.

Bunjes también avisó a los aliados que el encargado de custodiar la mina era August Eigruber, jefe de la región austríaca de Oberdonau, y que estaba dotada de numerosas medidas de seguridad y de conservación. Según el conocido como Decreto Nerón del Führer (1945), todos los mandos alemanes debían dar la orden de destruir todo aquello que no pudieran defender de los ataques aliados. De hecho, las obras almacenadas en Altaussee estuvieron a punto de volar por los aires con 500 kilos de bombas aéreas colocadas por los nazis, pero que finalmente los mineros austríacos pudieron alejar de la mina. Por su parte, los Monuments Men consiguieron recuperar las obras y restituirlas a su lugar de origen.

Los Monuments Men recuperaron el altar de Gante en la mina de Altaussee (Foto: monumentsmen.com)

Los Monuments Men recuperaron el altar de Gante en la mina de Altaussee (Foto: monumentsmen.com)

Los historiadores manejan varias teorías sobre si Hitler hubiera destruido todas esas obras maestras antes de que las tomaran los aliados. Ya lo había hecho cuando en el avance alemán destruyó el Puente de Santa Trinità de Florencia, pero en cambio exigió que el Puente Vecchio, su monumento favorito, no sufriera ningún daño. De hecho, en su testamento legó que todas las pinturas que había reunido para el museo que quería crear en Linz (el FührerMuseum), fueran donadas al estado alemán tras su muerte. Si realmente estaba dispuesto a volarlas, no tenía mucho sentido donarlas al estado…

Actualmente la Catedral de Gante conserva el políptico, con 11 de sus 12 paneles originales, tras el robo de Los Jueces Justos en 1934.

[1] MARTORELL MIRALLES, Miguel (1998). España y el expolio de las colecciones artísticas europeas durante la Segunda Guerra Mundial. En: museoimaginado.com/expolio1.htm

MÁS INFORMACIÓN EN:

  • CHARNEY, Noah (2011) Los ladrones del Cordero Místico. Barcelona, Editorial Ariel.
  • ESDEL, Robert M.; WITTER, Bret (2012) The Monuments Men. Barcelona, Editorial Destino.


14 Respuestas a “La obra más robada de la historia del arte: el Políptico de Gante

  1. Acabo de descubrir tu blog y me ha fascinado, se nota que tienes gusto 🙂 El post es muy claro y accesible,y los temas, como el de los robos, son un puntazo.

    Felicidades, te acabas de ganar otro seguidor ^^

  2. Buenas tardes, soy Emilio y recomiendo a todo el mundo que le guste un poco el arte y concretamente la pintura que no deje de viajar a Gante y contemple esta maravilla, bueno o espere a que este restaurado. La he visto dos veces en mi vida y espero que no se la última. Sinceramente es impresionante y no me extraña que ejerciera tal fascinación a lo largo de la historia.

  3. Pingback: Diez curiosidades sobre Bélgica – Blog de viajes 190·

  4. Buenos días, le avisamos de que hemos usado información de su post que por lo tanto le mencionaremos en nuestro artículo de «Curiosidades sobre Bélgica».
    ¡Muy buen blog!

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  6. Muy interesante. Siento una predilección especial por el arte del Ducado de Borgoña que se ha quedado olvidado en medio de tantos artes nacionales. Creo incluso que aquí se podría encontrar el origen de un Renacimiento que quizá se podría llamar flamenco y que reúne unas características muy diferentes del italiano. Me gustaría tener tu opinión sobre el tema. Mientras tanto felicitaciones por tus blogs.

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