Las obras de Vermeer preferidas por Hitler y los nazis (II): El astrónomo

Expoliada por los nazis durante la II Guerra Mundial de la Colección particular de la familia Rothschild, París.

Johannes Vermeer van Delft. El astrónomo (1668). Museo del Louvre. 51×45 cm.

Vermeer. El astrónomo. 1668 (Museo del Louvre)

Vermeer, El astrónomo (1668). Museo del Louvre.

Como es habitual en sus obras, en El astrónomo Vermeer nos sitúa en un interior donde la luz natural entra por una ventana situada a la izquierda de la habitación. Sentado frente a la ventana, un hombre consulta un globo celeste que representa las constelaciones, concretamente el modelo creado por Jodocus Hondius en 1618. El libro que se encuentra abierto sobre la mesa (Sobre la investigación y observación de las estrellas, de Adriaen Maetius) y el astrolabio sobre el mapa náutico de Europa en el armario del fondo, son otros elementos destacados de la composición que simbolizan la astronomía, profesión del protagonista.

La extraordinaria luz, claridad y fidelidad óptica que consiguió Vermeer en sus obras han llevado a creer que el pintor usaba la cámara oscura en su taller, un dispositivo elemental precursor de la fotografía. Hasta finales del s. XX, algunos historiadores del arte situaron en el siglo XVII el uso de los primeros aparatos ópticos en la pintura, como la cámara óptica o estenopeica, en obras del propio Vermeer y otros pintores como Luca Carlevarijs, Canaletto o Caravaggio. Sin embargo, en 2001 surgió una nueva teoría de mano del célebre artista británico David Hockney, que en su libro El conocimiento secreto afirma que los instrumentos ópticos (cámaras oscuras, espejos y lentes) ya fueron usados en el siglo XV por maestros como Van Eyck o Holbein. No obstante, no todos los especialistas en la materia están de acuerdo con esta tesis.

Si consideramos que el tema de retratos de científicos fue muy popular en el XVII holandés, no es extraño que El astrónomo tuviera un compañero, El geógrafo: si el primero representa el estudio del cielo, el segundo muestra el estudio de la tierra. El hombre representado parece ser el mismo en ambos casos: se trataría del científico Anton van Leeuwenhoek, especialista en óptica y uno de los inventores del microscopio, que era amigo y albacea testamentario del pintor y que como él, también era natural de Delft. En El geógrafo también viste la bata propia de los hombres de ciencia, y está inclinado sobre unos mapas, en actitud de medirlos con un compás. Sobre el armario hay un globo terrestre, también realizado por Jodocus Hondius, que se vendía como pareja del globo celeste que aparece en El astrónomo.  Ambas son de las pocas obras fechadas por Vermeer (1668, 1669) y permanecieron juntas hasta 1800, cuando se vendieron por separado en Londres. A finales del s. XIX, El astrónomo formaba parte de la gran colección de arte de la familia Rothschild.

Vermeer. El geógrafo (1669). Museo Städel, Frankfurt.

Vermeer, El geógrafo (1669). Museo Städel, Frankfurt.

Los Rothschild y El astrónomo

La historia de la familia Rothschild, banqueros judíos de origen alemán, comienza en la tienda de monedas del orfebre Amschel Moses Bauer, en el gueto judío de Frankfurt, en el siglo XVIII. Un escudo rojo, rothschild en alemán, que era el fondo del cartel del negocio, se convertirá más tarde en el apellido de la familia, que llegará a ser la mayor dinastía financiera europea.

El fundador de esta dinastía fue el hijo de Amschel Moses, Mayer Amschel Rothschild, que estableció en su ciudad negocios de monedas y billetes. Sus hijos hicieron crecer la empresa familiar fuera de Alemania y extendieron sus actividades bancarias a toda Europa: era el inicio de la Banca Rothschild en Londres, París, Viena, Italia… Se dedicaban también al sector de los metales preciosos y el oro, en el que destacaron sus empresas The Exploration Company (localización de minerales en todo el mundo) y N. M. Rothschild & Sons (agente de bolsa de lingotes de oro del Banco de Inglaterra). James Mayer de Rothschild (1792-1868) fue el más joven de los cinco hijos de Mayer Amschel y se trasladó a París con el fin de iniciar la rama francesa de la banca familiar. Gracias a sus adquisiciones, la familia llegó a contar con una gran colección de arte de su propiedad, en la que se encontraba El astrónomo. Hasta que Hitler tomó París en 1940.

Göring, Hitler y El astrónomo

Al comenzar la guerra, los Rothschild trasladaron su colección de arte a algunos castillos en el campo, lejos de París, para poner las obras a salvo del conflicto. De esta manera El Astrónomo de Vermeer llegó a Normandía. Más tarde fueron los miembros de la familia los que abandonaron Francia, y como consecuencia el gobierno colaboracionista de Vichy les retiró la nacionalidad francesa. También confiscó sus bienes, que a punto estuvieron de ser subastados. Sin embargo, no se tuvo en cuenta que la mayoría de las propiedades de los Rothschild se hallaban en territorios ocupados por los nazis, y que los miembros de la familia, además de ser judíos, ya no eran ciudadanos franceses al haber abandonado el país. Desposeídos de sus derechos, sus bienes se encontraron bajo el poder directo del III Reich.

Poco después de la ocupación de París, El Astrónomo fue localizado y confiscado de la colección Rothschild y trasladado al museo parisino Jeu de Paume, que los alemanes usaron entre 1940 y 1944 como cuartel general de la brigada ERR (Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg) y como almacén de las obras expoliadas a los coleccionistas franceses, la mayoría de origen judío.

Hermann Göring en el museo Jeu de Paume. Paris, 2 de Diciembre 1941 (Monuments Men Foundation)

Hermann Göring en el museo Jeu de Paume. Paris, 2 de Diciembre 1941 (Monuments Men Foundation)

Cuando los nazis se hicieron con la colección Rothschild, y refiriéndose a El Astrónomo, Alfred Rosenberg escribía al secretario personal de Hitler en estos términos: «Me alegra informar al Führer que la pintura de Jan Ver Meer de Delft ha sido encontrada entre las obras confiscadas a los Rothschild…» (1). Sin embargo, Hitler no era el único interesado en esta obra de Vermeer. El reichsmarschall Hermann Göring, comandante de la Luftwaffe, intentó quedarse El Astrónomo, y se desplazó desde Berlín a París con la intención de hacerse con el cuadro. Göring deseaba incorporarlo a la colección particular que estaba reuniendo en su residencia personal, una gran finca en Berlín llamada Carinhall, creada como mausoleo y museo en memoria de su primera esposa, Carin Göring, fallecida en 1931. De hecho, esta no era la primera vez que Göring intentaba adelantarse a Hitler para hacerse con un Vermeer; en esas mismas fechas ya lo había probado con El Arte de la Pintura. Posteriormente, a principios de 1945 y ante el avance soviético, las obras de arte que había reunido Göring en Carinhall se trasladaron en tres trenes especiales, el inventario ascendió a 1.375 cuadros, 250 esculturas y 168 tapices (2).

De entre las muchas obras almacenadas en el museo Jeu de Paume, Hitler seleccionó 40 para su colección particular, entre las que se encontraba El Astrónomo, junto a cuadros de otros maestros holandeses, como Franz Hals y Rembrandt; franceses como Watteu, Boucher o Fragonard, o españoles como Goya (3). El Führer encargó en febrero de 1941 a la ERR el traslado de estas obras y de parte de la colección Rothschild, en un tren especial y custodiado, al castillo de Neuschwanstein en Baviera – construído en 1886 por Luis II, conocido como el “rey loco” – cerca de Füssen (Alemania).

Castillo de Neuschwanstein, Alemania (National Archives and Records Administration, College Park, MD)

Castillo de Neuschwanstein, Alemania (National Archives and Records Administration, College Park, MD, Monuments Men Foundation)

Cuando cambió el signo de la guerra y comenzaron los bombardeos aliados sobre Alemania, las obras expoliadas almacenadas en este castillo bávaro, entre ellas gran parte de la colección Rothschild, se envían a dos lugares más seguros: el monasterio de Vyšší Brod (Hohenfurth en alemán) en Bohemia del Sur, y la mina de sal de Altaussee, en el distrito de Salzkammergut, en Estiria (Austria). Esta mina, a la que fue trasladado El astrónomo, fue uno de los mayores depósitos de arte durante la guerra, y en sus túneles se guardaron miles de obras de arte de toda Europa. Eran almacenes subterráneos, donde las cámaras principales se encontraban a más de un kilómetro y medio en el interior de la montaña, accesible sólo mediante pequeños trenes especiales (4). Entre sus tesoros se hallaban las obras seleccionadas especialmente para formar parte del museo que el Führer planeaba construir en Linz.

En marzo de 1945 Hitler promulgó la Orden sobre demoliciones en el territorio del Reich, conocida como Orden o Decreto Nerón (5), que obligaba al ejército alemán a destruir todas aquellas infraestructuras que pudieran ser utilizadas por los aliados en su avance a Berlín, así como  las obras y objetos de valor almacenados en los depósitos nazis para evitar que cayeran en manos enemigas. August Eigruber, jefe de la región austríaca de Oberdonau, hizo colocar en las galerías de Altaussee ocho cajas rotuladas «Cuidado: mármol, no golpear» que contenían en realidad ocho bombas americanas que habían caído sin explotar sobre Linz, con la intención de volar la mina y todo su contenido, de valor incalculable.

El director de la mina, Emmerich Pöchmüller, trató de convencer a Eigruber, sin éxito, que desistiera de volar Altaussee. Según el periodista y escritor austríaco Konrad Kramar, autor de Mission Michelangelo, fueron en realidad dos de los trabajadores de la mina, Hermann König y Alois Raudaschl los que en realidad consiguieron alejar las cajas de explosivos y obstaculizar el acceso de los nazis a las galerías dinamitando las entradas a la mina. Raudaschl, simpatizante nazi, pidió ayuda a Ernst Kaltenbrunner, alto mando de las SS y jefe de la  Gestapo, que se había refugiado en la región al final de la guerra. Resulta sorprendente, pero Kaltenbrunner accedió a dar permiso para que los mineros retiraran los explosivos de Altaussee, antes de la llegada de las tropas aliadas y los Monuments Men.

Por su parte, una vez recuperado El astrónomo, los Rothschild mandaron a algunos miembros de su servicio a Francia para identificar y reclamar las obras de la familia. Esta obra de Vermeer, tan perseguida y codiciada, dejó de pertenecer a la colección particular de los Rothschild en 1983, cuando fue donada al Museo del Louvre, como pago de los impuestos de sucesión de la familia al estado francés.

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NOTAS:

  1. GARCÍA BLANCO, Javier (2012) Los cuadros favoritos de Hitler. En: Blog Arte Secreto, 01/03/2012.
  2. NUEZ, María (s/d) Carinhall, residencia de Göring. En: Historia General.
  3. Art objects from those exhibited at the Jeu de Paume which were selected for the collection of the Führer on 5 February 1941 and transported on 8 February 1941. En: The Documentation Project – Jeu de Paume Content.
  4. SUÁREZ MOLINA, Mª Teresa (2011) Arte vulnerado: saqueos nazis durante la segunda Guerra Mundial. En: Discurso Visual Revista Digital – Cenidiap, núm. 18 Septiembre-Diciembre 2011. Nota 13: Lynn H. Nicholas, El saqueo de Europa: 377.
  5. Ver Hitler’s «Scorched Earth» Decree (Nero Decree) (March 19, 1945) and Albert Speer’s Response (March 29, 1945). En: German History in Documents and Images (GHDI), Nazi Germany (1933-1945) | Documents – Region, City, and Countryside.

MÁS INFORMACIÓN:

Sobre la obra El Astrónomo de Vermeer:

  • FELICIANO, Héctor (2011) El Astrónomo de Vermeer o el punto ciego de Hitler. En: El museo desaparecido. La conspiración nazi para robar las obras maestras del arte mundial, cap. 1: 31-44. Barcelona: Ediciones Destino, 2004. Colección Imago Mundi, vol. 64.

Sobre el expolio nazi y el depósito de Altaussee:

Sobre el uso de la cámara oscura:

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